viernes, 29 de marzo de 2013

Joan Manuel Serrat - La Saeta (letra en español)


Viernes Santo es el día principal de la Semana Santa en la que asistimos a la crucifixión y muerte de Cristo. Es una jornada de procesiones, si la lluvia lo permite, que se viven de diferente forma en España. En el norte son expresiones de un dolor sordo y sobrio, donde el silencio sólo es roto por los tambores de las bandas que tocan a muerte. En el sur la emoción rompe en forma de lamentos y sonidos de angustia, y esto da lugar a episodios de enorme belleza como son las saetas que se cantan desde balcones cuando paran los pasos.

Sin embargo la saeta más famosa la compuso el poeta sevillano Antonio Machado, dentro de su excepcional libro Campos de Castilla, y la arregló musicalmente el genio de Joan Manuel Serrat, en su disco Dedicado a Antonio Machado, poeta, y en ella se hace una crítica a la representación de la Pasión que son las procesiones. El poeta nos declara que él no es creyente (“la fe de mis mayores) pero sin embargo sí cree en el mensaje de Jesús en sus predicas en Israel, del lado de los pobres y los marginados que no tienen ni para una escalera para desclavar a sus muertos de la cruz. Y para gustos los colores.



La música es una mezcla de sonidos procesionales y de cámara. Empieza con un ritmo de tambores, al que se le unen los violines y el chelo que se van alternando hasta que empieza el estribillo, donde se incorpora la percusión de los platillos y timbales, y el viento de las cornetas, componiendo una pieza de gran emoción.



Letra Original:
¿Quién me presta una escalera,
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?

¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!

¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!

¡Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!

¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

Oh, no eres tú mi cantar!






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