miércoles, 17 de abril de 2013

Placeres culpables


Hace unos días esa brisa del sur que es nuestra María Luisa me sugirió si podíamos crear una sección en la que englobásemos a todas esas canciones de las que nos avergonzamos de que nos gusten, bien porque nos impactaron tanto que sometimos a una tortura diaria a nuestras personas cercanas al ponerlas desde que amanecía hasta que anochecía, o bien porque está tan alejada de nuestros gustos y estilo de vida que desentona más que un esquimal en el desierto.

Pero que sean culpables no quiere decir que sean malas, todo lo contrario, son placeres con todas las de la ley. Es esa pastilla de chocolate que paladeamos en medio de una dieta, es esa prenda de ropa que no debes pero que compras porque ya es la sexta vez que pasas a probártela, es ese beso robado que sabe mejor por ser prohibido. Y en nuestro caso es esa balada de Kiss que escuchas a escondidas, ese hit de Britney Spears que bramas en la ducha, o ese número uno de Bruno Mars que tu niña soporta a la ida y a la vuelta del cole

Yo de estas tengo un montón, pero sí que os pido que me hagáis sugerencias para que, al ser comunal, el placer sea más general.

Gracias.

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